domingo, 23 de octubre de 2016

LA GUERRA FRIA





Se le denomina como Guerra Fría porque los Estados Unidos y la Unión Soviética nunca se enfrentaron directamente desde el punto de vista militar, a pesar de que las dos naciones eran las únicas súper potencias nucleares de la época, capaces de provocar la aniquilación de la humanidad.

A pesar de que no hubo guerras directas sí que hubo una gran tensión diplomática e incluso psicológica y cuando hubo conflicto armado el enfrentamiento se hizo indirectamente, a través de países y movimientos revolucionarios, contra revolucionarios y guerrillas bajo la influencia de un país o el otro

Entre medias hubo muchos conflictos indirectos, como las guerras de Vietnam y Corea. También tuvo lugar la crisis de los misiles cubanos en 1962, quizás uno de los episodios que puso más cercana la guerra nuclear. Un avión espía  americano U2 tomó fotografías de misiles balísticos soviéticos capaces de  transportar cargas nucleares. La Unión Soviética mandó un total de 42 misiles de alcance medio y 24 de alcance intermedio a Cuba. Estados Unidos amenazó con invadir Cuba por dicha cuestión, con lo que en última instancia los misiles fueron retirados con la promesa americana de no invadir Cuba.

Aunque la Unión Soviética y China forjaron una alianza en 1949, siempre hubo un distanciamiento entre ellos que fue aprovechado por los americanos. Los Estados Unidos iniciaron una política de entendimiento con China para contener a los soviéticos. La Unión Soviética invadió Afganistán en 1980, lo que llevó a los americanos y a sus aliados boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. En represalia, los soviéticos y sus aliados boicotearon los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.

Por otra parte, los americanos financiaron con sus armas a la guerrilla afgana para luchar contra las tropas soviéticas. Esta guerra de Afganistán resultó un factor importante para la quiebra de los soviéticos.


Cuáles fueron los conflictos más destacados
Los conflictos se produjeron a lo largo y ancho del planeta, en muchos casos llevando al límite la posibilidad de un enfrentamiento.
  • El Bloqueo de Berlín (1948-49). La Unión Soviética bloqueó todo el acceso a Berlín Occidental con la intención de que esa parte de la ciudad cayese también bajo su control. Estados Unidos y sus aliados reaccionaron suministrando por vía aérea por más de un año unas 4,700 toneladas diarias de toda clase de suministro. El bloqueo concluyó con porque la Unión Soviética se dio cuenta de que no iba a lograr su objetivo.
  • La Guerra de Corea (1950-1953).
  • La Crisis del Canal de Suez (1956).
  • La construcción del Muro de Berlín en 1961.
  • La crisis de los misiles en Cuba en 1962.
  • La Guerra de Vietnam (1959-1975).
  • La Guerra del Yom Kippur (1973). Durante el conflicto que duró tres semanas los soviéticos suministraron a lo grande a los países árabes que atacaron Israel mientras que Estados Unidos lo hizo con el país hebreo.
  • La Invasión de Afganistán (1979-89). Los insurgentes afganos que lucharon contra los soviéticos recibieron cantidades ingentes de ayuda económica de actores tan dispares como Estados Unidos, China, Paquistán, Arabia Saudí y el Reino Unido.
Y numerosas intervenciones en forma de golpes de estado, apoyo a movientos revolucionarios y contrarrevolucionarios. Por ejemplo, el apoyo de Estados Unidos al golpe que derrocó al gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1953, el golpe en Brasil del año siguiente, el apoyo a Pinochet en el golpe de Chile de 1973 o el respaldo a la Contra en Nicaragua en los años 80 y otros conflictos en Centroamérica y Sudamérica.
La Guerra Fría se acaba por el desmantelamiento de la Unión Soviética en 1991 y el fin de un súper poder comunista. Los signos de que algo estaba ocurriendo acontecieron a lo largo de la década de los 80 cuando el líder comunista soviético M. Gorvachov introduce los conceptos de reforma y apertura (perestroika y glasnost) a los que se une movimientos anticomunistas en países como Polonia o deseos de separarse del control soviético en muchos de los antiguos países del Pacto de Varsovia, particularmente en Alemania Oriental.
En 1989 una serie de revoluciones no violentas, con la excepción de Rumanía, pone fin al comunismo en los países del Telón de Acero que eran satélites de la Unión Soviética. En 1991 es el propio gigante el que se disuelve en 15 repúblicas independientes, siendo la mayor de ellas Rusia.

lunes, 17 de octubre de 2016

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La Segunda Guerra Mundial superó claramente a la Primera Guerra, tanto por la duración y la intensidad de los combates como por las pérdidas humanas y los recursos que se utilizaron: participaron 72 Estados, fueron movilizados 110 millones de hombres, el coste económico de la guerra fue cuantiosísimo y hubo más de 40 millones de muertos.
El norte de China, Japón y Europa quedaron devastados y su equipamiento industrial, ferroviario, portuario y viario quedó muy maltrecho. Además, la Segunda Guerra Mundial tuvo una extensión realmente mundial, ya que se combatió en casi todos los continentes (Europa, Asia, África y Oceanía) y en todos los océanos.
En el terreno armamentístico, las grandes potencias enfrentadas perfeccionaron y pusieron a punto instrumentos de ataque suficientemente terribles como para destruir a toda la Humanidad. La aparición de las grandes unidades blindadas, la utilización de los submarinos, de los portaaviones, de los misiles antiaéreos, del radar y de la aviación como recurso habitual para el transporte de tropas y para los bombardeos sobre la población civil, hicieron de este conflicto una verdadera carrera hacia a destrucción. Finalmente, la explosión de la primera bomba nuclear marcó un hito en la historia del miedo atómico, al demostrar que era posible destruir la humanidad.
La mayoría de los problemas que llevaron a la S.G.M. fueron conflictos que no se habían resuelto en la P.G.M. o que tenían origen en ella. La humillación de Alemania en el Tratado de Versalles, la crisis económica de los años 30 y el ascenso al poder del nazismo provocaron en este país un sentimiento de revancha que culminó en una actitud agresiva hacia el resto de Europa.
Esta guerra que estalló en 1939 fue el segundo conflicto que, iniciado en Europa, llegó a convertirse en una “guerra total”, porque directamente incluyó a países de otros continentes e influyó indirectamente en los aspectos políticos, sociales y económicos en el resto del mundo, de manera similar como sucediera con el enfrentamiento armado de 1914.
Pero a diferencia de éste, la Segunda Guerra Mundial lite un conflicto de escala mucho más grande y de mayor duración, que se propagó a territorios más extensos y llegó a ser más cruel e implacable. En su origen, aparte de la rivalidad internacional inherente a todo conflicto de esta naturaleza, intervinieron otros factores relacionados con los eventos ocurridos en el mundo durante los veinte años del periodo de entreguerras.

Causas o Factores de origen del Conflicto
En primer lugar, la Segunda Guerra Mundial surgió en función del enfrentamiento entre ideologías que amparaban sistemas político—económicos opuestos. A diferencia de la guerra anterior, enmarcada en un solo sistema predominante —el liberalismo capitalista, común a los dos bandos—, en el segundo conflicto mundial se enfrentaron tres ideologías contrarias: el liberalismo democrático, el nazi—fascismo y el comunismo soviético. Estos dos últimos sistemas, no obstante ser contrarios entre sí, tenían en común la organización del Estado fuerte y totalitario y el culto a la personalidad de un líder carismático, características opuestas al liberalismo que postula la democracia como forma de gobierno y la libertad e igualdad de los individuos como forma de sociedad.
En segundo lugar estaban los problemas étnicos que, presentes desde siglos atrás, se fueron haciendo más graves al llevarse a efecto las modificaciones fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, que afectaron negativamente sobre todo a Alemania y a Austria —naciones pobladas por germanos— y redujeron de manera considerable sus territorios.
Este hecho fue determinante para difundir en esos pueblos el sentimiento de superioridad de la raza germana —identificada por Adolfo Hitler como “raza aria” de acuerdo con una idea desarrollada en la filosofía alemana del siglo XIX— frente a los grupos raciales, principalmente los judíos que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la perspectiva de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su desarrollo económico.


Por otra parte, la insistencia de Hitler por evitar el cumplimiento del  Tratado de Versalles, provocó diferentes reacciones entre los países vencedores: Francia, que temía una nueva agresión de Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera el poderío bélico de la nación vecina. En cambio, el gobierno británico y el de Estados Unidos subestimaban el peligro que el rearme alemán representaba para la seguridad colectiva; consideraban que el Tratado de Versalles había sido demasiado injusto, y veían con simpatía la tendencia anticomunista adoptada por la Alemania nazi, porque podría significar una barrera capaz de detener el expansionismo soviético hacia Europa, calificado entonces por las democracias occidentales como un peligro mayor y mucho más grave que el propio nazismo. A causa de ese temor al comunismo, el gobierno británico adoptó una política de “apaciguamiento” respecto al expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer concesiones a Hitler podría evitarse una  nueva guerra y se obtendría, además, su colaboración contra el peligro soviético.

En tercer lugar, en la década de los años treinta la situación del mundo era muy distinta a la de 1914. Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis económica iniciada en Estados Unidos, aún persistían los efectos devastadores de la Primera Guerra Mundial, que había producido una enorme transformación en todos los ámbitos de la vida humana y originado grandes crisis en prácticamente todos los países de la Tierra. Además, la secuela de tensiones internacionales que ese conflicto produjo, preparaban el camino para una nueva guerra, no obstante los intentos de la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta razón, puede decirse que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la Primera; de ahí que ambos conflictos, enlazados por el periodo de entreguerras, constituyan lo que se considera como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en la historia moderna de la humanidad.